Tuesday, December 25, 2007

Deseo Peligro



Errática y deslabazada la historia en doble flashback del despertar a la vida de una troupe de estudiantes que cambian las tablas por las armas, el teatro patriótico por la acción directa. Gana la película cuando la narración se centra en la figura de la agente enamorada del enemigo, el agente doble chino aislado y vulnerable. La erótica del poder, el placer y el dolor que se confunden en una triste ceremonia de amor y de muerte. Amor en tiempos de guerra, atracción seducción y crimen. El deseo de aniquilar al otro. El amor un asesinato, en la cama, del alma del que está debajo.

Saturday, December 22, 2007

Die Fälscher


El cine sobre el Holocausto se ha convertido en género, labrándose un futuro sobre tan infausto pasado. El consabido tema requiere grandes dosis de imaginación para mostrar de nuevo lo que ya no es posible mirar de frente. Desde grandes clásicos del cine de aventuras como La gran evasión con un Steve McQueen rebelde pero con una buena causa, pasando por la vis cómica de Begnini en La vida es bella y una larga Lista, que no de Schindler, el Shoah y el horror de los campos de concentración han servido de narración para un sinfín de películas que con mejor o peor fortuna han tratado de fijar en el inconsciente colectivo hasta dónde puede llegar el ser humano en su viaje al corazón de las tinieblas.
Los falsificadores es otra vuelta de tuerca más, el prisma que nos permite ver de nuevo este periodo 39-45 de la historia de Europa es el de un truhán que en vez de traficar armas en África como hacía el taciturno de Bogey se dedica a desperdiciar su talento de artista falsificando billetes de banco. El falso documental quizá alcanzó un punto culminante con Los juicios de Nuremberg, aunque Costa Gavras nos dejó boquiabiertos con Amén. Los trenes de prisioneros que van llenos y vuelven vacíos. El horror de no mostrar lo que ocurre en el interior de las cámaras, dantesco. El recurso cinematográfico de focalizar también lo exploró Polanski con su Pianista. En qué mejores manos pueden dejarse los compases de la sinfonía del horror.

Sunday, December 16, 2007

La graine et le mulet


La metáfora es clara, la puesta en escena sobria, el desenlace crudo como el cuscús a medio hacer. La sémola que siembra simiente, la segunda generación a horcajadas entre dos mundos, la tercera se lo comerá porque nada tiene que perder. Realismo social al más puro estilo marsellés pero en Sete, de nuevo volvemos a los astilleros a ver como el tiempo se cobra nuevas víctimas. No ser rentable, los amos que se lavan las manos. El agua que nos espera silenciosa.

Sunday, December 09, 2007

Du Levande


Roy Andersson prescinde de la narración y opta por la concatenación de viñetas. Propuesta más visual que narrativa la de esta cinta sueca que elige el sketch disparatado antes que el discurso monolítico. Por su premisa alienante y cruda, de un mundo opaco y una sociedad podrida pasto de la incomunicación y el tedio vital, podría dar lugar a una película deprimente, pero con un sutil y oscuro humor que nos seduce e introduce en el particular mundo personal del autor, logra superar ese lastre inicial. Los interiores desvaídos, los rostros pálidos de seres humanos que han olvidado el hechizo de la luz. Pocas proclamas y soflamas hay salvo el psicólogo que nos increpa acusándonos de ególatras hipócritas. Una sociedad enferma, ensimismada que proclama a gritos su descontento. La lacra no es la incomprensión sino la falta de generosidad. ¿Quién habría de tomarse el tiempo de tratar de comprendernos cuando nosotros no cedemos ni un minuto del nuestro?
La música discordante de una sinfonía solitaria que se convierte en monótono repetir de escalas, percusiones que necesitan perfusiones, vagas efusiones. Una joven groupie que cree haber encontrado el amor, cuando en realidad se busca a sí misma. Quiere verse en los ojos del otro y reconocerse, las pupilas dilatadas, las manos atadas. Poco importa que se trate del guitarra de los Black Devils u otro horror glam-rock. La ciega desidia de la envidia sin objeto. Vecinos que no se conocen y se espían desde la seguridad de sus hogares. Peceras de aguas turbias, ojos vidriosos, los peces y los hombres. Los límites de la experiencia, el desafío del otro. La extrañeza de los cuerpos, propios y ajenos. El sexo rutinario que pervierte su potencial liberador y nos hace esclavos de nosotros mismos.

Friday, December 07, 2007

Yihe yuan



Amor en tiempos revueltos, de revolución y confusión. Algo confundidos nos deja el director cuya única audacia parece ser atreverse a contravenir la disciplina de partido osando tratar un tema tan controvertido como la matanza de la Plaza de Tien an Men. La pregunta que cabe hacerse es si realmente se concibe el movimiento estudiantil chino de los 80 como algo más que un telón de fondo para una historia de amor imposible, inverosímil y pésimamente contada. Para oculta el doloroso hecho de que no sucede nada el director nos somete al tercer grado echando mano de trucos tan banales como las superposiciones y el montaje entrecortado, múltiples bandas sonoras y cortes incesantes. Por mucho que mueva la cámara no puede ocultar el hecho de que no tiene nada que contar. Todo es ruido de fondo: sonoro, visual, causal. Pretende ser ruido y furia y se queda en murmullo y pateleta.

La subversión política y la transgresión sexual parecen ser los temas que a modo de bajo continuo nos muestra de manera machacona. No creo haber visto representación más banal y repetitiva del sexo en el cine, en toda mi vida. Nagasi Oshima habría llorado como un niño al ver estas imágenes que ni siquiera alcanzan a ser sórdidas. Sexo y revolución es algo escaso como coartada narrativa si no sirve para nada más que una concatenación de vivencias contadas en primera persona a modo de diario secreto de una mujer liberada. Nada que no hubiera escrito Anaïs Nin más de sesenta años antes. Ni el descubrimiento del otro, del propio cuerpo ni el descubrimiento mutuo puede emocionar al ser contado sin un esfuerzo previo de inteligibilidad.