Saturday, August 08, 2009

The Snapper



La capacidad camaleónica de Stephen Frears para reinventarse es encomiable: del realismo comprometido, al cine de época, pasando por las superproducciones americanas y las películas intimistas. En sus inicios siguió las pautas del realismo social de Ken Loach y Mike Leigh, herederos directos del Free Cinema. La adaptación de la novela epistolar de Laclos, Dangerous Liaisons, es impecable con un John Malkovich en su plenitud. Las intrigas palaciegas, la mentira y la insidia que gobiernan nuestras vidas. De la trilogía de Barrytown de Roddy Doyle se llevó quizá la peor parte, porque aunque The Snapper es una deliciosa demostración de lo universal en lo local, The Van es un intento fallido y la sombra de Commitments de Alan Parker es alargada.

Curiosamente siempre que ha intentado revalidar un acierto, su propuesta cinematográfica se ha quedado corta. Lo atestigua su última incursión en la literatura francesa adaptando la novela de Colette. No sólo ha filmado grandes películas, también ha firmado grandes fracasos como Héroe por accidente, quizá la peor película de Dustin Hoffman si nos olvidamos de la saga de los Fockers.

Sunday, August 02, 2009

Pranzo di Ferragosto


Deliciosa película de octogenarias marchosas y vidas cruzadas. Sonata de otoño en verano. El invierno del descontento se vuelve verano con el sol de Roma, todas las nubes que se cernían sobre la casa de Gianni se disuelven con el calor del estío y la sabiduría de los años, las frentes de las ancianas ceñidas por pamelas victoriosas. La vida sigue y la nave va. Aquí no hay tomates verdes fritos en el menú, sino pasta al forno y pescado del Tíber sobre un lecho de patatas.

Se trata con hipocresía la mal llamada tercera edad en esta era del culto a la juventud eterna y al cuerpo perfecto por el que no pasa el tiempo. El hijo único de la viuda se encarga de cuidarla y hace de su deber filial trabajo a tiempo completo. Pasan los días entre los fogones y la pequeña Osteria de la esquina donde bebe con parsimonia su bicchierino de blanco con su amigo el Vikingo.