Buffalo 66

Cine independiente americano con un regusto retro y con los excesos formales que introdujo la nouvelle vague, fundidos, imágenes fragmentadas, pantalla partida y tapados. Lejos quedan los años de oro del cine indie que desde el escaparate de Sundance encadilaba al mundo, con títulos como Box of Moonlight, Sex Lies & Videotapes que marcó la década de los 80 o el Reservoir Dogs que encumbró a Tarantino, sin olvidar la muy notable Clerks de Kevin Smith.

Buffalo 66 fue la primera película de Vincent Gallo, un drama de una comicidad desgarradora sobre la alienación emocional de un ex convicto. Recuerda la pareja protagonista a otras parejas imposibles unidas contra todos y contra todo en una carrera suicida hacia ninguna parte. Resonancias de Bonnie & Clyde y de Malas Tierras que Gallo explora con ironía puesto que el crimen no llega a consumarse. El insospechado happy end está servido.

Entre les murs

Cine comprometido de esforzados profesores de secundaria que intentan luchar contra la ley de la jungla en plena banlieu parisiense. La inmigración y su integración. La renuncia a las propias raíces en favor de una nueva cultura de acogida. La aculturación, experiencia traumática que induce a las segundas generaciones a constituir un código propio, una cultura puente que les permite una doble renuncia. No son africanos, pero tampoco franceses. Flotan en el limbo que les brindan los ghettos y sus barriadas, auténticas islas, compartimentos estancos de los que muy pocos logran salir. La lengua vehicular el verlan y sucedáneos. El francés normativo es la lengua de la odiada burguesía que huele a Camembert. Habla en imperfecto continuo y subyuga en subjuntivo. Suyo es el futuro puesto que heredarán el mundo, para los inmigrantes sólo queda el pasado, que nunca es simple.