Saturday, December 27, 2008

My Blueberry Nights


Algún detalle quizá pueda destacarse de esta película, cuando menos prescindible. Quizá la fotografía nocturna, el uso de la iluminación como elemento estético. El tranvía elevado que se convierte a cámara lenta en una oscilante serpiente de luz verde. Luces de ciudad que se desdibujan y configuran una rápida sucesión de colores primarios. Los vicios que nos vencen, las adicciones que nos condicionan. El alcohol , el juego y otras ludopatías. Un viaje a ninguna parte que empieza tras la barra de un bar. La tarta de arándanos siempre se queda entera, de algún modo nadie se decide a hincarle el diente. Road movie, comedia sentimental con happy end obligado. Jude Law está patético en su papel de maratoniano venido a menos, dueño de un pequeño café en el que el tiempo queda detenido en un tarro de cristal, lleno de llaves, de sueños y promesas incumplidas. Unos se fueron a por tabaco, otros sencillamente nunca estuvieron.
Más que On the Road, esta película está Off...
Quizá podríamos salvar de la quema a la banda sonora. Como es ya habitual en el cine de Wong Kar Wai. Esta es la primera cinta en inglés que dirige y quizá debería ser la última. En cualquier caso es una buena coartada para recorrer lo mejor de la música americana del jazz al rythm and blues pasando por el rock. Hay una gran variedad de temas y melodías en la banda sonora. El gran Otis Redding Try a little tenderless, Cat Power Living proof, The Greatest, Cassandra Wilson Harvest moon versión sobre una canción original de Neil Young, Amos Lee Skipping Stone o Ruth Brown Looking back, además de un tema del compositor argentino Gustavo Santaolalla y tres del gran Ry Cooder. Todo ello hace que la música adquiera vida propia aunque esté al servicio de una película mediocre.

Sunday, December 14, 2008

Elisa vida mía


Carlos Saura con esta cinta nos muestra que ha interiorizado los principios del montaje de atracciones de Eisenstein. Ya no es importante la concatenación de hechos, basta con una sucesión de emociones finamente orquestada. Lejos queda ya el montaje clásico que propugnaba Griffith con la acción como motor de la narración con el montaje altenado como fiel aliado. Ahora de lo que se trata es de crear conflictos entre imágenes que hagan nacer una tercera para salvar el abismo del dualismo. Colisión dialéctica inspirada por Hegel y que Sergei adoptaría para la creación de imágenes yuxtapuestas al modo de los ideogramas chinos que no funcionan por acumulación para la construcción del significado. Hay una raíz que nos permite descifrar el significante imaginario.