The Snapper

La capacidad camaleónica de Stephen Frears para reinventarse es encomiable: del realismo comprometido, al cine de época, pasando por las superproducciones americanas y las películas intimistas. En sus inicios siguió las pautas del realismo social de Ken Loach y Mike Leigh, herederos directos del Free Cinema. La adaptación de la novela epistolar de Laclos, Dangerous Liaisons, es impecable con un John Malkovich en su plenitud. Las intrigas palaciegas, la mentira y la insidia que gobiernan nuestras vidas. De la trilogía de Barrytown de Roddy Doyle se llevó quizá la peor parte, porque aunque The Snapper es una deliciosa demostración de lo universal en lo local, The Van es un intento fallido y la sombra de Commitments de Alan Parker es alargada.
Curiosamente siempre que ha intentado revalidar un acierto, su propuesta cinematográfica se ha quedado corta. Lo atestigua su última incursión en la literatura francesa adaptando la novela de Colette. No sólo ha filmado grandes películas, también ha firmado grandes fracasos como Héroe por accidente, quizá la peor película de Dustin Hoffman si nos olvidamos de la saga de los Fockers.