Sunday, February 17, 2008

No Country for Old Men


La película de los Coen dejó que desear, pero entiendo el entusiasmo de la crítica. Todos los ingredientes están ahí. Algo a medio camino entre el retrato de un asesino, aunque en este caso no sea Henry sino alguien que responde al inverosímil nombre de Anton Chigurh, y el western crepuscular al más puro estilo Sam Peckinpah, con dosis generosas de sangre y plomo, o en su defecto clavos a presión. Aunque sigo pensando que la poética de la violencia la exploró con mayor acierto Fuller. La secuencia del viejo marshall paralítico y un Tommy Lee Jones escéptico y vencido nos recuerda insistentemente a Gary Cooper en Solo ante el peligro y hace particularmente doloroso el cierre en falso. Aunque hay que reconocer que la ética profesional inquebrantable del asesino a sueldo y su particular obsesión con el azar son encantadoras.

1 Comments:

Blogger Óliver said...

Coincido contigo en que la película se salva en algunos puntos, pero empiezo a estar cansado del tono plano de los personajes de los Coen. Uno puede hacer un personaje gris como "The man who was never there", pero TODOS... me parece excesivo. Y ésa es la sensación que me dejó la película, de una suma de personajes planos e inexpresivos (inhumanos, en resumen)

9:38 AM  

Post a Comment

<< Home